Hoy quiero ver contigo tres ejes centrales de la felicidad: el amor, la salud y el dinero. Y analizar juntos sus fundamentos y cómo cultivarlos.

El amor no es un tema superficial o pasajero. Es la fuerza más poderosa del universo, a través de la cual todo se edifica y cobra sentido y que sin él, todo se vuelve vano y se desmorona.

Tú, sí tú, eres la fuerza viva del amor. Y al nivel que lo cultivas y propagas serás feliz. Asume tu grandeza humana, y conviértete en la luz que quieres ver en el mundo.

Entonces, el primer secreto es, ¿Quieres ser amado? ¡Ámate a ti mismo! Conviértete en esa persona que tú mismo puedes amar y respetar, y a partir de ahí, y solo a partir de ahí, serás sujeto de amor.

Al igual que amarte a ti mismo, es fundamental tratar al otro como quieres ser tratado. Da para recibir. Ama para ser amado.

Y finalmente, es necesario para alcanzar la felicidad cultivar el amor maduro. Un amor rico, alegre y generoso, cuya recompensa es el mismo amor. Ese que es libre y no esperar nada a cambio. Un amor lleno de compasión y gratitud, que te convierte en una persona bella y profundamente atrayente.

El segundo secreto para conquistar la felicidad es amarte lo suficiente para cuidarte. Para ello hay que atender las tres vertientes de la salud: la física, la mental y la espiritual.

Empieza por escuchar tu cuerpo que es tu gran maestro de la felicidad. Ejercítale y a cambio te dará fuerza, destreza y flexibilidad. También, tu mente y tu cuerpo están íntimamente ligados. La fuerza, destreza y flexibilidad física que adquieres, complementará tu fuerza, destreza y flexibilidad mental.

Paralelamente aprende a combatir el estrés. A acallar la mente a través de la meditación, el tapping y las afirmaciones.

Al igual, tienes que cuidar tu alimentación. Somos lo que comemos, o lo dejamos de comer. Y aquí entramos en un terreno fascinante. La ciencia moderna ha encontrado que la base de nuestra salud física y mental depende de los miles de millones de microorganismos que conforman lo que se conoce como nuestra microbiota. Ellos se encargan de nuestra digestión, al igual que de fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Pero no termina ahí, nueva evidencia especula que también nos protegen de infartos, diabetes e incluso alzheimer. Por lo tanto, hoy si queremos ser realmente sanos, hay que visualizarnos como granjeros que cuidamos, cultivamos y amamos a estas criaturas que nos mantienen vivos, fuertes y sanos. Todo apunta a que una dieta 70 % vegetariana los hace feliz.

Finalmente, el tercer secreto para la conquista de la felicidad es dinero. Cómo lo ganas está íntimamente ligado a tu felicidad. Tu trabajo es tu forma de trascender en la vida. Por lo tanto, para que el dinero forme parte de la ecuación de tu felicidad debes producirlo a través de ejercer una actividad que te llena.

Para ello debes analizar tus fuerzas, tus valores y lo que te hace feliz. Después debes constatar cómo el mundo se mueve con relación a estos temas y principios. Finalmente, necesitas indagar lo que este grupo de personas que quieres servir requiere, y empaquetar para ellos, una oferta que añade valor profundo, real y duradero a sus vidas, y que estén dispuestos a pagar por ella.

Inicia un diálogo con ellos. Lanza un producto preliminar exploratorio, y abre el diálogo. Y en base a su respuesta velo depurando y depurando hasta tener algo realmente valioso, que transforma vidas. Recuerda, que hay lugar para todos, si nos preparamos bien, comunicamos bien y trabajamos con un profundo sentido de servicio y de vocación trascendente. El futuro que deseas y mereces te espera con los brazos abiertos al simplemente asumir tu grandeza.

Sin duda en este pequeño blog no he podido más que acariciar la superficie de estos importantes temas. Sin embargo, si te interesa profundizar en este tema, te invito a adquirir el acceso a la filmación de mi taller de un día completo sobre el amor, la salud y el dinero que acabo de hacer disponible en línea a través de la siguiente liga:

https://kroupensky.com/producto/grabacion-taller-conquista-tu-felicidad/

Disfruta. Aprende. Aplica.

Como siempre te recuerdo que tú eres grande, y que la vida exige tu grandeza.