Lo que estoy leyendo Coleccionando a gente hermosa

Esta semana sigo leyendo a Dan Kennedy. Ahora, estoy devorando la antología de su mejor trabajo. Realmente, su productividad y profundidad en temas relacionados con generar riqueza es inigualable.

Es el gran maestro y promotor de mercadotecnia directa que ha ayudado a generar más emprendedores millonarios que cualquier otro consultor que yo conozca. ¡En Goodreads tiene registrados 117 libros propios y de coautoría! Van desde cómo escribir una carta vendedora, hacer una base de datos efectiva, realizar venta cruzada y retención, hasta el marketing a comunidades, a los ultra ricos, a las personas de la tercera edad, y a vender en la nueva economía.

Su estilo directo e incorregible molesta a los sensibles. Pero yo lo encuentro refrescante en un mundo lleno de tanta hipocresía. Si estás en el mundo de los negocios, hay que leer, estudiar e implementar la sabiduría de Dan Kennedy. Explóralo.

Coleccionando a Gente Hermosa

Esta semana quedé de comer con mi amiga Clara Hernández y llegó a la comida con su hija Sarai, de 11 años. ¡Qué regalo! Sarai nació clínicamente sorda, y sin embargo, escucha. Clara dice que es posiblemente debido a que de bebé la acostaba sobre su pecho, ahí sentía su latido de corazón, mientras le cantaba. El motivo del milagro no se sabe, pero eso no le restó su valor.

Poco a poco la comida se fue centrando en ella, cuando comentó Clara que la maestra en la escuela estaba insistiendo en que se llevara a Sarai al psiquiatra, porque Sarai aseveraba que tenía amigos invisibles que la acompañaban.

Amigos invisibles a los demás. ¡Qué buen tema! Si tu amigo invisible se llama Wilson, como en el caso de Sarai, entonces estás loca. Pero si tu amigo invisible es la Virgen María que se te aparece, entonces eres tocada por la mano de Dios. Absurdo. Le recomendé que no se dejara amedrentar. Y para darle fuerza, le compartí mi idea sobre el tema y mi propia experiencia.

Le expliqué que creo que vivimos en un universo inteligente y que Dios se manifiesta a través del canal que le brindemos. Le platiqué que yo, al igual que ella, desde niño he disfrutado del regalo de poder invocar, conversar y aprender de amigos invisibles. Específicamente, le platiqué de una época de mi vida en la cual me sumergí profundamente en el catolicismo y me interesé en los sitios en los cuales se daban las apariciones de la Virgen María, y cómo fui a uno de ellos y se me apareció. Y después de ello, se me siguió apareciendo diariamente durante esa época en que iba diariamente a misa.

Ya en otra ocasión te relataré toda esa historia de cómo la Virgen nos invitó a conocerla, que es una historia muy divertida, pero por lo pronto, regreso a Sarai. Qué niña tan especial. Una chica abierta, curiosa e inteligente que ¡escucha sin poder oír!

Doy gracias a Dios por seguir poniendo en mi camino gente hermosa como ella.

Me comentó después su mamá que Sarai salió feliz de la comida con nuevos ánimos para no dejarse amedrentar por personas con una mentalidad estrecha que son motivadas más por el miedo y los prejuicios, que por el amor, la curiosidad y la sabiduría.

Mi Lucha Diaria

Estos días he estado integrando y disfrutando ejercicios táctiles a mi meditación matutina de media hora. Te comparto un texto para que tú realices uno por tu lado. Es poderoso, delicioso y una gran herramienta para centrarse en el presente.

Empieza por colocar tus manos al frente sobre tu cabeza. Ahora, suavemente deslízalas sobre la cara. Siente el tacto sobre frente y cejas. Sigue sobre pestañas. Siente la sensibilidad de tus pestañas. Continúa por nariz y llega con los dedos bajo nariz. Siente la temperatura del aire fresco cuando entra a tu nariz y siente la temperatura del aire cálido cuando sale. Sigue el recorrido deslizando suavemente tus dedos sobre tus labios. Siente la extraordinaria sensibilidad de los labios. Disfruta la sinfonía de sensaciones. Inhala profundamente y al exhalar di un prolongado ahhhhh. Relájalos y sigue el recorrido sobre ellos. Continúa hasta tu barbilla, baja por tu cuello y llega hasta que tus manos descansen sobre el corazón. Permanece aquí unas cuantas respiraciones en estado de contemplación y gratitud por el poderoso y delicioso regalo del tacto.

Bueno, con eso termino el relato de esta semana. ¡Ten un gran día!