Lo que estoy leyendo
Acabo de releer “Positive Intelligence” escrito por Shirzad Chamine. Sin duda, mi libro de cabecera del momento.
Esta mañana releí la explicación de cómo operan los dos hemisferios del cerebro y cómo realmente nosotros los seres humanos poseemos dos mentes. Literalmente.
Cada hemisferio posee características y funciones independientes y específicas. En forma muy esquemática, el lado izquierdo se basa en las funciones básicas de lógica que, aplicando los principios del sentido de la separación y el miedo, nos mantiene aprensivos, agresivos y enfocados a sobrevivir.
Por otro lado, el hemisferio derecho se basa en la conexión, el amor y la reciprocidad que nos inspira y genera confianza, paz y felicidad.
Cada uno es útil. Cada uno es vital para nuestro desarrollo como especie. El asunto es que la cultura occidental ha favorecido mucho más el desarrollo de las habilidades del cerebro izquierdo, construyendo una sociedad más individualista, agresiva y gandalla.
Por eso es vital dedicarle tiempo al desarrollo de las cualidades y habilidades de la mente derecha para asegurar un desarrollo equilibrado del ser humano y de la sociedad. Un desarrollo que no simplemente nos haga inteligentes, sino sabios.
Coleccionando a gente hermosa
Esta semana el reconocimiento y agradecimiento le toca a mi queridísima esposa Françoise. Hace 41 años, cuando decidimos unir nuestras vidas, fijamos algunas reglas que regirían nuestra relación.
Una era que los dos no podíamos estar mal al mismo tiempo. Esto es, cuando hubiese un desacuerdo o uno de los dos estuviera teniendo un mal día, uno tenía que apoyar al otro para salir adelante.
Este acuerdo persiste y es, sin duda, piedra angular de nuestro amor, amistad y complicidad. Gracias mi amor por la sabiduría, apoyo y felicidad que traes todos los días a mi vida.
Mi lucha diaria
Ayer cumplí 69 años. ¡69 años! Al salir ayer a pasear al perro al amanecer, me puse a pensar. ¿Qué sentido tiene el cumpleaños? ¿Es simplemente un recuerdo del reloj cronológico, que nos recuerda lo implacable del tiempo y lo efímero de la vida o tiene un sentido más profundo?
Y aquí regreso a lo que estuve relatando en lo que estoy leyendo. ¡Tengo dos mentes! Mi mente analítica que piensa en sobrevivir. Y sí, desde esta perspectiva el reloj está en cuenta regresiva. Pinche cumpleaños. Recordarme de un año más es poco inspirador.
Pero luego está mi otra mente, mi mente holística, inclusiva, aquella que percibe el milagro de la vida. Y aquí me detuve a pensar con ella. Con mi mente que tiene una conexión directa al corazón, y a mis cinco, seis o siete sentidos. Aquella que me invita a estar presente.
69 años ¡69 años! Dios mío, 69 AÑOS. Hace 69 años nací. Hace 69 años recibí el regalo de la vida. Hoy estoy vivo. Estoy aquí. AQUÍ.
Miré a mi alrededor. Percibí el regalo, el milagro de la vida. Dios mío, cuánta belleza, cuánta belleza, cuánta belleza.
Y dejé a mi mente racional opinar. ¡Algún día te vas a morir! Y mi corazón respondió, sí, algún día me voy a morir y por eso este regalo es tan importante. ¡Abrazarlo con las dos manos! Mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad. Y mi corazón rebosó de alegría y gratitud.
Happy Birthday. Feliz día del haber nacido.
Sin duda cada idioma tiene lo suyo. Me quedo con el Happy Birthday en el lugar del cumpleaños jajajajaja.
En conclusión, este año recibí el más hermoso regalo de cumpleaños, la capacidad de reconocer y apreciar el milagro de la vida y agradecerlo desde el fondo del corazón.
No quiero concluir mi relato de esta semana, sin antes agradecer todas las extraordinarias muestras de cariño que recibí de tanta hermosa gente el día de mi cumpleaños. Soy un ser afortunado. Gracias. Gracias. Gracias.