De todos los adelantos científicos de los últimos años, probablemente el que más me llena de ilusión, motivación y felicidad es el que hoy se conoce como la «plasticidad mental».
Este adelanto nos revela que la mente no está fija como se pensaba. No somos esclavos de la naturaleza, nuestros antepasados e historia, sino que somos capaces de seguir creciendo en fuerza, virtud y lucidez hasta el último día de nuestra vida.
Un poco de historia:
Resulta que desde que René Descartes, en el siglo XVII, introdujo el concepto mecanicista, que asevera que el cuerpo, la mente y la naturaleza son simplemente procesos mecánicos. Se le puso una camisa de fuerza al desarrollo de la inteligencia positiva.
Y no es hasta los años 90 que se empieza a liberar el tabú y se inicia una revolución que nos vuelve a empoderar.
Hoy, hay clara evidencia de que el cerebro es la criatura de la mente y que a través de la práctica de la atención plena, la voluntad y los hábitos positivos, podemos modificar en forma radial su estructura. Esto es, podemos reescribir la programación primitiva enfocada a sobrevivir a una mucho más propositiva que tiene que ver con florecer. De una de tomar, a una de generar. De una dominada por el miedo, a una fincada en el amor.
Se acaban de publicar en el «New England Journal of Medicine» unos hallazgos significativos en cuanto a la plasticidad de la mente de la gente mayor, que si los abrazamos, pueden liberamos de la camisa de fuerza del concepto mecanicista y ponernos nuevamente en control de nuestro destino:
1.Las neuronas del cerebro no mueren, como se aseveraba. Más bien, las conexiones entre ellas simplemente desaparecen si uno no se dedica al trabajo mental.
2.La distracción y el olvido surgen debido a una sobreabundancia de información. Por lo tanto, evita concentrar tu vida en nimiedades innecesarias.
3.A partir de los 60 años, una persona al tomar decisiones ya no usa solo un hemisferio cerebral a la vez, como los jóvenes, sino que usa ambos. Y gracias a ello, aumentan en un 300% las habilidades intelectuales y sus posibilidades creativas. Otro dato fascinante es que el pico de la actividad intelectual humana ocurre alrededor de los 70 años, cuando el cerebro comienza a funcionar con toda su fuerza, gracias al aumento de mielina, sustancia que facilita el paso rápido de señales entre neuronas.
4.Si llevas un estilo de vida saludable, te mueves, y tienes plena actividad mental, tus habilidades intelectuales NO disminuyen con la edad, sino que crecen y crecen, alcanzando un pico a la edad de 80-90 años.
Así que no le tengas miedo a la vejez y prepárate desde hoy para una vida maravillosa. Liberémonos del concepto perverso de que con la edad uno entra a las filas del “viejo tonto” y abracemos el concepto de que con la edad conformamos parte del “consejo de sabios”. El poder está en tus manos.
En conclusión:
Esfuérzate por desarrollarte física, mental y espiritualmente. Lee, haz ejercicio, medita, ocúpate del jardín, etc. Aprende a tocar instrumentos musicales, canta, pinta. ¡Baila! Y rodéate de amigas y amigos de crecimiento. Abracen juntos la plasticidad de la mente y disfruta el viaje. Porque lo mejor esta por venir.
Ten un gran día.