Hoy quiero compartir contigo algunas reflexiones que me han surgido sobre liderazgo al leer la nueva biografía sobre Elon Musk escrita por Walter Isaacson. Sin duda, Elon Musk es y será uno de los personajes icónicos de la historia. Admiro su visión y su tenacidad para enfrentar y poner los medios para solucionar grandes retos que enfrenta la humanidad.

Y sin embargo, al adentrarme en su biografía y ver de cómo interactúa con la gente que trabaja con él, me pregunto, ¿cómo es posible que quiera salvar a la humanidad y sin embargo, sea tan inhumano? Y creo que la respuesta es que todos los seres humanos somos una mezcla de terribles saboteadores y una luz trascendente que nos dignifica.

Para entender a Elon Musk, ayuda adentrarse en su vida y comprender su neurodiversidad. Resulta que tiene una condición de autismo que se llama síndrome de Asperger, que impulsa el desarrollo matemático e intelectual, pero que afecta el sentido de compasión. Y si a eso le sumamos su formación en Sudáfrica con un papá desgraciado, empezamos a ver un cuadro que explica una serie de comportamientos. Imagínate, de niño su papá lo mandaba a un campamento de “supervivencia”. Aquí metían a los niños en la “jungla” para aprender a sobrevivir. Les decían a los niños grandes que golpeen a los niños chicos y les quiten su comida. Y le advertían a los niños más pequeños que no fueran tan “pendejos” como fulanito de tal, que se murió el año pasado, al darse por vencido a la mitad del ejercicio. ¡Qué tal la cultura de bullying!

Regresando al presente. Al adentrarme en su vida y filosofía, creo que una de sus virtudes más sobresalientes es su sentido pragmático. Hace comentarios como, “a la física le importa un bledo si te lastimaron tus sentimientos, lo que le importa es que el cohete llegue a la luna.”

Sin duda, el mundo requiere de diferentes tipos de personalidades y talentos. Y es indiscutible la grandeza de Musk. Su sentido trascendente de ayudar a resolver los inminentes retos de la humanidad lo convierte en uno de los personajes más importantes de la actualidad. Está abocado en resolver el calentamiento global a través de energías limpias, y a convertir a la raza humana en una especie multiplanetaria por si acaso somos tan “pendejos” de que destruimos La Tierra.

Ahora, para lograr sus objetivos Musk se alimenta del enfrentamiento. Y honestamente, algunos de sus desplantes “inhumanos”, se me hacen súper necesarios ante un mundo de altos ejecutivos que se vuelto demasiado cómodos en sus esferas de poder. Por ejemplo, en un momento en el que estaba luchando en cómo simplificar y reducir el costo de la instalación de paneles solares exige que los directores suban a los techos e instalen los paneles solares ellos mismos. Les da un ultimátum que puede parecer absurdo, pero es la base sobre la cual ha logrado lo que ha logrado. Les dice: “Quiero que eliminen el 50% de los componentes de instalación y reduzcan a la mitad el tiempo de instalación, o los despediré”. Suban al techo y analicen cada componente y cada paso del proceso; determinen cuáles pasos y componentes son superfluos y pueden y deben eliminarse. ¿Y qué ha sucedido una y otra vez en cada una de sus empresas al ejercer este tipo de presión? Han logrado avances exponenciales que están transformando al mundo.

En fin, este libro como todas las grandes biografías enriquece. Entender cómo otros seres humanos enfrentan grandes retos y logran resultados sobresalientes abre los ojos y despierta el apetito y la imaginación. Aquí el reto es: ¿Cómo aplicar esta tenacidad hacía la depuración en todos los procesos dentro de nuestra empresa, sin generar el desgaste personal y humano que él provoca?

Manos a la obra.