Lo que estoy leyendo

Actualmente, me encuentro inmerso en la biografía de Albert Einstein escrita por Walter Isaacson. Me sitúo en el periodo de 1933 a 1936, cuando Hitler llega al poder y desata una feroz campaña antisemita, obligando a Einstein a abandonar su natal Alemania.

Hoy día, estamos reviviendo, en menor escala, ese fenómeno de odio irracional hacia una raza cuyo único “pecado”, hasta donde he alcanzado a percibir, ha sido la solidaridad hacia su comunidad.

A pesar de su participación en la creación de la bomba atómica, Einstein siempre fue un pacifista de corazón. En su única visita a Israel en 1923, declaró que era indispensable que judíos y árabes aprendieran a vivir lado a lado, ya que, de lo contrario, nunca habría paz.

Palabras proféticas.

Coleccionando a Gente Hermosa

Esta semana, incluyo en mi colección de gente hermosa a Eduardo Silva Pylyciow. Con 40 años en Grupo Bal, actualmente se desempeña como Director General de GNP Seguros.

Mi reconocimiento y agradecimiento hacia Eduardo se deben a su incansable labor a favor de la educación. Como consejero de la Fundación Alberto Baillères, está contribuyendo a transformar las vidas de miles de jóvenes. Su visión y pasión por crear un entorno que fomente la colaboración entre alumnos, docentes, padres de familia y la comunidad es una joya para fortalecer el tejido social.

Tras bambalinas, en algunos de los entornos sociales más complicados, se están creando programas educativos que empoderan a los jóvenes, brindándoles herramientas para crecer y prosperar.

Personas como Eduardo hacen grande a nuestra nación. Son verdaderos arquitectos sociales que trazan el camino hacia un gran futuro para México.

Gracias, Eduardo, por ser quien eres.

Mi lucha diaria

Hace dos meses, amplié mi práctica diaria de meditación. Solía meditar 20 minutos al día, y ahora estoy dedicando un mínimo de 30 minutos, con algunos días extendiéndome a una hora o más.
¿La razón? Estoy cursando un entrenamiento “cinta negra” en inteligencia positiva, y una de las prácticas fundamentales es meditar durante 30 minutos diarios.

La premisa es que comenzar el día con 30 minutos de ejercicio de control cerebral desarrolla nuestro músculo del autodominio, lo que nos permite enfrentar la vida con mayor sabiduría.

Realmente estoy disfrutando esta nueva práctica. Es fascinante cómo solo diez minutos más de atención plena por la mañana enriquecen enormemente el disfrute de la meditación y cargan de energía la razón de ser.

Muy recomendable.

Bueno, con esto concluye mi reporte de la semana, recordándote que tú eres grande y que la vida exige tu grandeza.

Ten un gran día.