Hoy quiero escribir sobre la vulnerabilidad. Sobre por qué hay que abrirnos de capa y conectar con el mundo a través de nuestro ser más intimo, profundo y humano.

Sin duda, el 2020 fue un año que nos hizo sentir la vulnerabilidad humana. Sacudió muchos de nuestros paradigmas y puso en evidencia nuestra fragilidad.

¡Y esta es una excelente noticia! Nuestra soberbia ha sido un pésimo mentor. Los seres humanos no son un medio para explotar. Y el mundo no es un botín para agandallar.

Estamos ante una encrucijada. Añorar el mundo de antaño, o de una vez por todas romper con los lazos de un sistema miope y perverso.

Parece contradictorio, pero, nuestra vulnerabilidad es en realidad nuestra gran fuerza. Es la que nos hace darnos cuenta de lo que es realmente importante como la cercanía con nuestros seres queridos, el cuidado de la salud, el respeto al medioambiente y el poder de la gratitud y de la unidad.

Entonces, a partir del 2021 en adelante,  te invito a asumir tu grandeza. A conectar con tu más profunda humanidad. A dejar atrás la ilusión de invulnerabilidad humana y darte cuenta que es en la unidad en donde florecemos. Que es en la unidad donde trascendemos. Que es en la unidad que somos realmente fuertes, sanos y felices.

¡Manos a la obra! A construir un mundo sustentable en el cual nos dará gusto vivir y heredar a futuras generaciones.

Y para ello, tres megatendencias a capitalizar:

La tecnología

    • La tecnología es amoral; es el resultado de su programación. Programémosla para impulsar la coherencia, la dignidad y la sustentabilidad.
    • Usémosla para detectar y revertir los estragos que hemos generado a través del modelo económico de explotación a ultranza. Impulsemos la economía compartida, la generación de energía limpia y la cuarta revolución industrial.

La colaboración

    • Creo que el Covid-19 nos ha dado una gran lección de lo que es capaz la humanidad cuando se une tras una causa común. Los esfuerzos multilaterales en el desarrollo de vacunas han sido extraordinarios.
    • Ahora, el gran reto es usar esta conciencia como trampolín para progresar y no volver a caer en la actitud de escasez que ha caracterizado el quehacer humano a lo largo de los siglos.
    • Este es el momento de la unidad, de la colaboración, de enfrentar los grandes retos generados por la miopía de un modelo económico competitivo, fincado en el lucro individual.

La vulnerabilidad

    • Finalmente, está la vulnerabilidad, la bendita vulnerabilidad. Esa conciencia que formamos parte de algo más grande que nosotros que compartimos con el planeta. Que sin los unos y los otros estamos perdidos. Y que unidos encontraremos a Dios.
    • Estoy convencido que vivimos en un universo inteligente. Un universo que nos arropa, habla e instruye sin cesar. Sin embargo, para poder escucharlo, entenderlo y capitalizarlo, hay que someter nuestro ego y abrir nuestro corazón.
    • ¡Declárate incompetente! Arrójate a los brazos de Dios y déjate querer. Descubre la verdadera fuerza de la vulnerabilidad.

¡No estás solo, no estás sola! Hay un mundo ahí afuera que se te quiere bien. Que te quiere fuerte. Que es tu soporte inquebrantable si asumes tu grandeza, afrontas la vida con generosidad y una actitud de co-creador con Dios.

Te invito a unir fuerzas. A hombro a hombro iniciar la verdadera reconstrucción. Una que inicia en nuestro interior. Una fincada en el amor, el respeto y la unidad.

Empecemos por hacer el trabajo duro de reinventamos. De fortalecer nuestra autoestima para poseer la fuerza física, moral y espiritual para enfrentar la tormenta que se antepone a toda gran idea transformadora.

Repito, no estás solo, no estás sola. Cada vez somos más los que decimos basta. Basta de tanto egoísmo. Basta de tanto sufrimiento inútil. Basta de tanta estupidez.

¡Cuento contigo!

Recuerda que tú eres grande y que la vida exige tu grandeza.