Cada uno de nosotros ha vivido acontecimientos que nos marcan, y si no los hemos procesado correctamente, se convierten en saboteadores que minan nuestra capacidad de liderazgo y una vida equilibrada y feliz.

Por eso, hoy quiero dedicar este blog a mi lema “asume tu grandeza” y compartir lo que ha descubierto la ciencia moderna sobre lo que hay detrás de este problema en el liderazgo positivo que percibimos en muchas personas y empresas, y cómo procesarlo para recuperar la cordura y llegar a ser un gran líder, con la capacidad de integrar equipos directivos de alto rendimiento.

Para llegar a ser un gran líder, hay que empezar por entender cómo funciona nuestro cerebro y cómo ha procesado nuestra propia historia para luego poder entender mejor a los demás y dirigir desde una óptica de sabiduría.

Resulta que al ser expuestos a una situación que nos genera mucho miedo, nuestro cerebro pone en marcha un mecanismo de supervivencia que graba determinados aspectos de la situación en nuestro subconsciente. Luego, cada vez que nuestra mente subconsciente interpreta que nos encontramos en una situación análoga, nos pone en alerta inyectando a nuestro cuerpo neurotransmisores que nos generan estrés, impulsándonos a pelear, huir o cerrarnos emocionalmente.

Aquí, la palabra clave es subconsciente. Y esto explica por qué ante determinados acontecimientos, actuamos de forma impulsiva e irracional, llegando a sabotear nuestro éxito, salud o felicidad.

Tomemos, por ejemplo, el miedo irracional que tienen muchas personas a hablar en público. Al analizar cientos de miles de casos, se ha determinado que todos adquirieron esta fobia debido a algún acontecimiento previo, normalmente en la infancia de la persona, donde ella se sintió amenazada al exponerse ante el grupo.

Sociológicamente, este miedo tiene sus orígenes durante la conformación de la sociedad humana primitiva, cuando el rechazo del grupo podría significar la expulsión de la tribu y la muerte inminente.

Ahora, racionalmente, este fenómeno es fácil de entender. El asunto es que entenderlo, para la gran mayoría de nosotros, no lo resuelve, porque el miedo no está alojado en la cabeza, sino en el cuerpo. Entonces, para superarlo, hay que reconocer primero el miedo en el cuerpo, digerirlo y finalmente desasociarlo.

Y la fobia de hablar en público es simplemente un ejemplo. El asunto es que gran parte de nuestros valores son producto de estos acontecimientos, muchas veces fortuitos, que han conformado nuestra cosmovisión y definido nuestro estilo de liderazgo, que muchas veces está plagado de reacciones saboteadoras que minan nuestro éxito.

Entonces, ¿qué hacer? Empezar por hacer un inventario de tus principales saboteadores. Por ejemplo, podría ser que suprimes tus emociones y no logras construir relaciones humanas profundas, o al otro extremo, estás tan necesitado de reconocimiento que suprimes tus propias necesidades, en busca de la aprobación de los demás.

Ambas manifestaciones son producto de acontecimientos pasados no digeridos que sabotean tu capacidad de ejercer un liderazgo efectivo.

La buena noticia es que con el conocimiento y la guía adecuada, todos podemos tomar mayor control de nuestra mente y emociones y reprogramarnos para dejar de sabotearnos y ser más exitosos, saludables y felices.

Otra de mis máximas es que para ser un gran líder, primero hay que ser un gran ser humano, y aquí es donde muchos estamos atascados. Ha llegado el momento de asumir nuestra grandeza, enfrentar nuestros saboteadores y construir una vida y un mundo en el cual nos dé gusto vivir.

Todo comienza por ti. Primero por entender los últimos hallazgos en la ciencia del comportamiento. Después, por reconocer y procesar tus miedos y manejar tus saboteadores. Y finalmente, desarrollar tu músculo mental de la sabiduría y convertirte en un ejemplo de cordura, unidad y propósito para los demás.

Si el tema de convertirte en un líder positivo es vital para ti, por favor, contáctame y hablamos.

Ten un gran día.