Hoy quiero hablar sobre un tema fundamental, cómo disparar tu creatividad.

Contrario a lo que muchos pensamos la creatividad no es algo exclusivo de unos cuantos iluminados, sino que es una habilidad nata que todos poseemos y que todos podemos desarrollar si entendemos y practicamos una cuantas reglas básicas.

La creatividad es un proceso de tres pasos. El primero es nutrir la mente de información de muchas diferentes fuentes. Este proceso se llama conocimiento. El segundo es dejar volar la imaginación y generar tantas ideas como sea posible. Este proceso se llama el pensamiento divergente. Y el tercero y último paso es depurar las ideas generadas y escoger entre todas ellas las más prometedoras. Este proceso se llama el pensamiento convergente.

Por lo tanto hoy quiero compartir contigo cuatro reglas para disciplinar la mente y disparar la imaginación divergente.

Regla No. 1: Posterga el juicio

Las ideas son criaturas tímidas y frágiles que requieren de un ambiente propicio para expresarse. La crítica prematura las inhibe. Imagínate que el pensamiento divergente es como el acelerador del auto y el pensamiento convergente es el freno. Si nos la pasamos constantemente acelerando y frenando, destruimos el impulso y no fluye la imaginación. Por lo tanto hay que postergar el juicio hasta que tengamos suficiente materia prima para trabajar.

Y este es un punto súper importante porque la mente es perezosa. Busca el camino del menor esfuerzo. Por lo tanto cuando nos disponemos a crear las primeras ideas que vienen a la mente normalmente son las predecibles. Son cosas en las cuales ya hemos pensado o hemos escuchado y por lo tanto normalmente no añaden mucho valor.

Y esto nos lleva a nuestra segunda regla.

Regla No. 2: Busca desarrollar la mayor cantidad posible de ideas

Decía el Premio Nobel de Química Linus Pauling, que la mejor forma de tener una buena idea es tener muchas ideas. Y tiene toda la razón. Hay que ir por cantidad.

Además se ha encontrado que casi siempre las mejores ideas vienen al final del proceso.

Me explico. Si le pedimos a un grupo de colaboradores que desarrolle 30 nuevas ideas para deleitar a sus clientes, las primeras 10 normalmente serán poco originales. Las segundas 10 ofrecerán algo de novedad. Y será en el último empujón, cuando la mente perezosa se ha agotado que empezarán a surgir ideas novedosas y originales.

Ideo, considerada una de las compañías más creativas del mundo ilustra muy bien la regla de ir por cantidad de ideas. Por ejemplo su unidad de creación de nuevos juguetes generó en un año 4000 nuevas ideas, de las cuales 230 parecían tener promesa y se transformaron en prototipos y de esos 12 llegaron a ser productos comerciales.

Como decía Thomas Edison, el genio es 1% inspiración y 99% transpiración. Él probó 10,000 diferentes caminos hasta descubrir el secreto del foco incandescente. Contrario al estereotipo del genio loco iluminado, resulta que el más creativo siempre es el más trabajador. Simplemente mira la producción de Leonardo Da Vinci, Mozart, Einstein, Edison y Steve Jobs. Todos eran súper disciplinados, metódicos y trabajadores.

Por lo tanto al disponerte a crear es importante que tengas en mente que entre más opciones generas, mejora exponencialmente tu probabilidad de éxito.

Regla No. 3: Haz conexiones

Decía Wilfredo Pareto, el inventor de la regla del 80-20, que “la creatividad es encontrar nuevas conexiones entre cosas existentes” y tenía toda la razón. Técnicamente este práctica creativa se llama el pensamiento lateral y es sin duda una metodología poderosísima para disparar la imaginación.

Por ejemplo, hoy hay una nueva disciplina científica que se llama la biomimética que imita a la naturaleza para crear nuevos productos, modelos y sistemas. El mismo principio también funciona en los negocios al observar mejores prácticas en diversas industrias e imaginarse cómo adaptarlas a la suya.

Por lo tanto un excelente ejercicio para disparar tu creatividad es visitar a una empresa que realmente admiras, apuntar todo lo que hacen para ofrecer un servicio, experiencia o producto superior y después pensar cómo puedes tropicalizar algunas de estas prácticas para mejorar tu propio negocio.

Regla No. 4: Busca novedad

Finalmente una de las mayores fuentes de inspiración es la propia experiencia. Por eso es importante soñar en grande. Experimentar. Y atreverte a vivir.

Nuestra naturaleza es juguetona y curiosa. Le encanta la novedad. Por lo tanto para desarrollar nuestra creatividad es importante adquirir el hábito de experimentar cosas nuevas. Por ejemplo toma otra ruta a la casa o a la oficina. Lee una revista que no conoces. Prueba otra tipo de comida. Escucha otro tipo de música. Ve a un congreso de otra industria. Ve de vacaciones a otro lugar. Échate en tirolesa, o aún mejor aviéntate en paracaídas de un avión. Bucea. Párate de cabeza y ve el mundo al revés. Todo esto te abre la mente, deleita el espíritu y dispara la creatividad.

Entonces en conclusión para desarrollar la creatividad se requieren tres cosas: conocimiento, imaginación y evaluación.

Hoy más que nunca el gran diferenciador es y será la creatividad. Es imperativo que cada uno de nosotros encontremos nuestra voz. Que tú encuentres la tuya. Tu diferenciador. Aquello que te distinguirá y te hará original, relevante y exitoso.

Por lo tanto nunca olvides la importancia de nutrir tu mente de información de tantas fuentes como sea posible. De observar mejores prácticas tanto de la naturaleza como de otras personas y empresas. Al igual que buscar novedad en tu vida.

Y recuerda que tú eres grande y que la vida exige tu grandeza.

Adelante.

Mac Kroupensky
kroupensky.com
55 1353 3907
Suscríbete a mi blog aquí: rebrand.ly/boletin